Aquí os dejo una selección de experimentos caseros para realizar con los peques de la casa. Seguro que están entretenidos y les divierte.
- Tinta invisible
Simplemente necesitamos un limón, un palillo o pincel fino, un folio y algo para dar calor. Al limón le sacamos el jugo, y con ese jugo escribiremos lo que queramos en la hoja con la ayuda del palillo o del pincel.
Cuando acabemos de escribir no se verá nada en la hoja; pero si le damos calor a la hoja, con un mechero, una vela o con un secador, misteriosamente lo que hayamos escrito aparecerá.
- Limonada magica
Los experimentos con color les encanta a los niños. Este experimento sí necesita vuestra ayuda ya que se necesita usar el fuego, pero luego tendréis un experimento de color y encima un producto bien fresquito.
Pincha para ver el video
- Plantar judías
Se trata de un experimento muy conocido entre todos, pero muchos pequeños no los habrán realizado aún.
Necesitaréis un vasito de yogur vacío o un vaso, algodón y una semilla (puede ser judía, lenteja, garbanzo…). Las judías crecen mucho más rápido, y así los peques podrán ver la evolución cuanto antes.
- Volcán de espuma
Se trata de un experimento casero perfecto para hacer en esas tardes de lluvia/frío.
Para hacerlo, tenéis que colocar una botella de plástico (de refresco por ejemplo) en medio de una fuente o la placa de horno para no ensuciar demasiado. Luego, mezcláis en un recipiente 2 cucharadas de agua tibia con 1 cucharadita de levadura. En la botella, colocáis 1/2 taza de agua oxigenada al 6%, 4/5 gotas de colorante alimenticio y un chorro de detergente. ¿Preparados para la magia? Colocad entonces la mezcla de levadura dentro de la botella y ¡mirad cómo el volcán hace erupción!
- Volcán de bicarbonato
No sé por qué cuando vi este experimento infantil me acordé del Sombrerero loco de Alicia en el País de las Maravillas. De cualquier manera, ¡no me digáis que no es una idea divertida!
Preparad unas tazas de té para el experimento (si tenéis de juguete o que no uséis mejor porque se pueden teñir). Mezclad un poco de agua y bicarbonato de sodio dentro de una taza, luego echad vinagre… ¡y mirad cómo se crea un volcán! Si añadís colorantes alimentarios, ¡la diversión estará asegurada! En el enlace bajo la imagen podréis ver que realizaron este experimento también con levadura en polvo y con bicarbonato y detergente (similar al primer experimentoque vimos). En todos los casos el reactivo será el vinagre.
- Slime
El slime es una masa elástica ideal para entretener a los niños, que se caracteriza por su textura fácil de manipular. Es una forma de divertir a los niños muy fácil de hacer, y que también sirve como desestresante.
Estoy convencida de que, durante el coronavirus, fue el mas top de los experimentos caseros para niños.
Se requiere:
2 recipientes de plástico
150 ml de agua
Tres cucharadas de detergente líquido
Cola blanca
Colorante comestible
Cucharita
Paso 1: colocar en uno de los recipientes dos cucharaditas de cola blanca. Agregar tres gotitas de colorante comestible y mezclar todo hasta que se vea uniforme. Para un color más intenso, agregar colorante.
Paso 2: en otro recipiente agregar dos cucharadas de detergente y una de agua y remover hasta que se mezclen.
Paso 3: juntar las dos mezclas y remover hasta que se forme una masa uniforme. Amasar con las manos hasta que tome mejor consistencia.
- Agua viajera
¿Estás listo para un experimento que te revelará una propiedad del agua conocida como la capilaridad?
Para este colorido experimento necesitarás los siguientes materiales: Agua, 3 o más vasos cortos (por cada par de vasos necesitarás un vaso vacío), papel de cocina y colorante para alimentos (3 colores diferentes).
Primero, corta el papel de cocina en cuatro partes de manera que quepan entre los vasos de la siguiente manera: cada extremo del papel debe ir desde el fondo de un vaso al siguiente sin que sobre mucho espacio entre ellos. Deja el papel a un lado y pasa al segundo paso.
Llena un vaso con agua y agrega colorante de alimentos de diferentes colores en cada vaso, deja un vaso vacío entre cada vaso. Luego coloca el papel de cocina previamente recortado entre los vasos. Si al terminar el procedimiento, el agua no se desplaza en pocos minutos significa que necesitas más agua.
- Hielo que crece
Necesitaremos:
1 botella de agua mineral sin abrir, hielo, un vaso o recipiente y congelador.
Lo primero que tenemos que hacer es poner nuestra botella de agua en el congelador, entre 120 y 160 minutos. Es importante que la botella esté herméticamente cerrada. Después de este tiempo veremos que el agua está escarchada o muy fría, pero no congelada. Ponemos unos cuántos cubitos de hielo en un vaso (también funciona con un solo cubito y podéis ponerlo en cualquier lado, el vaso sirve solo para contener el agua que cae), abrimos la botella y vamos virtiendo el agua sobre el hielo lentamente, haciéndola caer siempre sobre el mismo punto para que nuestra «torre» de hielo crezca. ¿Habéis visto el vídeo? ¡Sorprendente! Al final del vídeo también notaréis que dándole un golpe o sacudón a la botella, el agua se cristaliza inmediatamente… ¿qué es lo que sucede?
- Lámpara de lava
Necesitaremos: 1 vaso de plástico o botella de cristal, colorante o pintura de cualquier color, pastillas efervescentes, aceite, agua, linterna para ver bien el efecto
Consejos: cuanto más alto sea el vaso o el bote de cristal que utilices, más bonito será el efecto.
- Llena el vaso de agua hasta la mitad
- Ahora, añade unas gotitas de colorante o témpera del color que más te guste. Remueve bien para que se mezcle con el agua.
- Rellena el vaso con aceite. ¡Hasta arriba!
- Deja reposar unos minutos. Ya está listo. Prepárate para ver el efecto. Pon una luz debajo del vaso o el bote de cristal (sirve, por ejemplo, la linterna del smartphone).
- Echa la pastilla efervescente. Y ahora… ¡observa! … ¡es magia!
- Huevo saltarín
Cogemos un huevo, vinagre y un tupper. Lo primero que tenemos que hacer es meter el huevo en nuestro tarro de cristal. A continuación, echamos vinagre hasta cubrir por completo el huevo. Si nos fijamos nada más echar el vinagre, la cáscara ya ha empezado a descomponerse. Por último, tapamos el tupper y esperamos unas 48 horas… Y después de dos días, ¡éste es el resultado! ahora tenemos un huevo saltarín. Podemos tirarlo las veces que queramos, pero sin tirarlo desde muy alto ya que se puede romper.
- Ni sólido ni líquido
Echamos medio paquete de harina de maíz en un recipiente.
Vamos añadiendo un poco de agua al tiempo que vamos mezclando. NOTA: Tenemos que mezclar com mucha suavidad ya que al ser un fluído no newtoniano, se volverá sólido si mezclamos el agua y la harina con fuerza.
Añadimos agua hasta que consigamos una mezcla no muy espesa.
Dejamos reposar un buen rato.
Apoyamos una cuchara y observamos cómo se va hundiendo. En cambio, si golpeamos la superficie con la cuchara, vemos cómo rebota. Podemos hacer lo mismo con la mano. Cogemos un poco de masa y la moldeamos como un sólido y luego dejamos que se escape entre los dedos.
- Pescar hielo
Necesitaremos un vaso con agua, cubos de hielo, sal y cuerda.
Coloca varios cubos de hielo en un vaso con agua. Toma la cuerda y deja caer uno de sus extremos sobre los cubos de hielo. Mientras la cuerda se encuentre sobre el hielo, rocía una pizca de sal sobre ellos. Espera de dos a tres minutos y trata de levantar la cuerda. No olvides anotar tus observaciones acerca de este experimento
“He sido incluida en el blog de experimentos científicos de Twinkl – puedes leer más aquí”
Espero que os hayan gustado. Si realizáis los experimentos compartid los resultados y etiquetarme para que vea lo bien que los hacéis (@gamifikt).